20 junio 2009

El aprendizaje y desarrollo de competencias.

Una realidad que no se puede negar en la actualidad, es que el siglo XXI presenta una situación cambiante, en la que el conocimiento tiene una vigencia mínima y una extensión ilimitada, que se da en un plano global, lo que genera una relación profunda y cercana entre todos los habitantes del planeta y en la que hay presiones por competir en los ámbitos laborales y de mercado. Por tanto es importante, establecer la diferencia entre educar y capacitar, partiendo que educar va más allá del proceso de incorporación al acervo personal, de contenidos nuevos sino que trasciende a un proceso de construcción de uno mismo, dejando a un lado la simple adquisición de conocimientos, aunque en la práctica de muchos docentes no se ha dado este tránsito, ya que se observa la poca importancia que se da a la modificación personal del aprendiz. El aprendizaje significativo cobra importancia, porque va más allá del saber para incorporarse a un proceso de aprendizaje continuo, que modifica la estructura cognitiva del sujeto. En este plano significatividad implica que se asimila y se integra a conocimientos anteriores, por lo que el discurso magisterial pierde esencia, ya que el lenguaje no debe ser la única vía para propiciar el aprendizaje. Se abre una perspectiva para el docente al aprendizaje situado, como una forma de ubicar procesos que permitan la acción del sujeto para el desarrollo de competencias. La situación de aprendizaje, tiene que ser una posibilidad para el alumno. De esa manera podrá arribar a las competencias, las cuales tienen múltiples formas de ser definidas, pero quizá la más importante que se debe tener en cuenta, es que las competencias no son conocimientos, sino que van más allá de ellos como lo indica Perrenoud son capacidades de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación. Las competencias, tampoco son patrones de comportamiento operativo u organizacional, podría decirse que son una forma de cargar el aprendizaje de pensamientos, acción y comprensión, y que como lo señala Gonczi son integrales y holísticas.
Desde este enfoque, un docente no puede ser la persona que dicte cursos, sino el que capacite. Colocando al estudiante en situaciones, que lo obligan a alcanzar un objetivo, resolver problemas, tomar decisiones, que sugiere y hace vínculos entre saberes y situaciones concretas. Pero hay que distinguir esta capacitación del sentido empleado en el mundo de la industria. También es importante señalar que lo discursivo no es inadecuado, únicamente no tiene el peso estricto del proceso. Las habilidades, valores, actitudes son conocimientos a partir de los cuales se dan las actuaciones de los sujetos y éstos, que son construidos previamente, son movilizados a través de modelos por el aprendiz y pueden ser solicitados a partir de situaciones de aprendizaje por el docente.
Una competencia organiza un conjunto de esquemas, para llegar a ella, es necesario, el diseño de situaciones problemáticas que obliguen a los alumnos a asumir un conflicto cognitivo en el que reorganicen sus esquemas. En el marco constructivista se requiere un sistema en el que las invariantes funcionales, es decir, la organización de los esquemas y el proceso de adaptación lleven a la asimilación y acomodación, la acomodación es una modificación de los esquemas de asimilación por influencia de situaciones exteriores (medio) en las que se aplica.
Así, el aprendizaje situado debe tener o generar interés y posibilidades reales para el estudiante, este interés puede expresarse como una posibilidad de entender, comprender y transformar la realidad, implica favorecer el descubrimiento. Para poder situar el aprendizaje adecuadamente hay que remontarse a la zona de desarrollo próximo, que se asumirá cuando lo interactuado en colectivo o individual en el manejo de esquemas sea incorporado en el plano intrapersonal.
Si bien, la tendencia actual de la educación orienta al desarrollo de la competencia, en un mundo en el que todo aparenta ser más cercano, más abierto y transparente, hoy más que nunca se tiene que orientar a los alumnos en la formación de su persona, en la que sus valores y las elecciones críticas que haga, tiendan a la continuidad de la especie, la naturaleza y el mundo.
El aprendizaje no es trivial, es lo que en esencia a una persona, lo hace más humano, lo hace estar en y con el mundo y no puede ser valorado únicamente por su contenido sino por el procesos, con que la persona expresa la construcción intrapersonal que ha hecho, a partir de situaciones de aprendizaje que dialógicamente ha experimentado.


Sandra Lizama.

Concepciones, aprendizaje, competencias

Desde mi primer contacto con el constructivismo, que fue hace algunos años, me declaré formalmente seguidora de esta corriente, creo que, en parte, porque siempre había tenido una negación hacia las formas tradicionales de enseñanza. Con el tiempo, he tenido posibilidad de ir estudiando los conceptos que esta corriente del aprendizaje expresa y el material sobre concepciones del aprendizaje que esta semana nos presentan , representó una excelente oportunidad para conocer en forma esquemática las diferentes explicaciones conceptuales de los principios del aprendizaje. Una vez analizado el texto considero que las concepciones más relacionadas con el enfoque en competencias, son el aprendizaje significativo, la cognitivista con y el socio constructivismo porque si ubicamos que una competencia es una capacidad, que se logra a través de actividades que los alumnos desarrollan en el proceso de aprendizaje para el logro de objetivos individuales en un contexto social y cultural a partir de la interiorización en la que entra en juego el conocimiento nuevo con estructuras cognitivas previas, tendremos los elementos que involucran las diferentes concepciones: actividades y acción que inducen a Jean Piaget, contexto o interacción social y cultural al socio constructivismo y estructuras cognitivas previas al aprendizaje significativo. Sin embargo, la ciencia es acumulativa y todo el conjunto de contenidos que la humanidad ha producido, para dar explicación objetiva a los procesos estudiados, conforman un bagaje cultural que es el tesoro de la humanidad, por tanto, considero que cada idea, en el momento histórico en el que se desarrolló fue un importante avance para explicar el proceso de aprendizaje, a la luz de estas aportaciones hoy podemos explicar, los que son propios de nuestro interés como es el caso de las competencias.


Sandra Lizama.

24 mayo 2009

Los saberes de mis estudiantes

Los estudiantes que tengo, son chicos de segundo semestre del bachillerato tecnológico en la carrera de turismo. Son participativos y muy colaboradores. Al igual que sus congéneres utilizan los medios de la información y comunicación, en particular, el internet, en múltiples actividades de su vida cotidiana y escolar: saben descargar e instalar programas, juegos películas, usan paquetes como Word, Power point, buscan imágenes, videos, documentos, música, queman discos, crean blogs. También para ellos, internet, es un espacio de interacción: chatean, suben sus fotos, envían mensajes, suben sus videos, checan sus páginas, crean MSM, ven películas, conversan con personas por video llamadas, localizan metroflogs, firman a sus amigos, entran a clubes.
Los alumnos consideran que sería conveniente tener una página en el salón, para compartir información, subir tareas, checarlas y algunos, voluntariamente desean cooperar con otros. Mediante una actividad integradora, que utilicé intencionadamente, para que ellos mencionaran cómo podemos usar las TICS para el aprendizaje de la asignatura, ellos, establecieron diversos parámetros de colaboración, algunos se ubicaron dentro del soporte técnico, es decir los diseñadores o creadores, otros dentro del rubro de conocimientos, porque son los que pueden ser guías, asesores, etc. Otro fue el aspecto social, son los que están más al pendiente de la vida escolar, interacción grupal, etc. otro rubro más fue el de apoyo y acompañamiento, donde se ubicaron los que aconsejan, escuchan, etc. Al hacer el diagnóstico cada uno de ellos reconoció las fortalezas que tiene en el uso de las TICS, mismas que pueden compartir con los demás .Aunque esta actividad fue con lápiz y papel, los alumnos identificaron sus saberes, mencionaron los nombres de sus compañeros a los que podrían apoyar y los aspectos en los que ayudarán.Es claro, que el ejercicio llevó al grupo a una situación de análisis, en la que confirmaron que tienen conocimientos y que usan las TICS y que a través de este recurso se puede apoyar el aprendizaje de la asignatura. En el esquema que hicieron colocaron sus nombres en el centro y alrededor de su nombre tendieron líneas y colocaron el nombre de sus compañeros con los que pueden compartir y colaborar, el producto elaborado por cada estudiante asemeja una red, que para mí es un bosquejo o intento de una incipiente comunidad de aprendizaje a la que hay que arribar en la práctica.

Mi confrontación con la docencia y la aventura de ser maestra

Siempre me he considerado una docente de vocación, desde niña quería ser maestra, aún no sé, si este deseo nació en mí, cuando todavía no tenía una lógica tan desarrollada de pensamiento, al ver que mis padres desarrollaban su labor cotidiana, sí, efectivamente, crecí en el seno de una familia de padres docentes, maestros rurales en un principio, de quienes tal vez absorbí el amor por una profesión. que sin duda ha marcado mi vida, dándole un inmenso sentido.
Convertirme en maestra, no fue un trayecto lineal en mi vida, porque siendo mis padres maestros y habiendo experimentado lo que implica vivir y enseñar en lugares tan apartados de la civilización, no querían para su hija una situación similar, así que pudiendo haberme inscrito en la escuela normal al egresar de la secundaria, mis padres eligieron el bachillerato para mí, estudios que desarrollé en una escuela preparatoria de reciente creación, en la que tuve como docentes a muchos jóvenes profesionistas, con gran vocación y calidad humana, que fortalecieron mi preferencia profesional con su ejemplo. De la preparatoria pasé a la universidad a estudiar una carrera, la que sin duda, si en ese tiempo se hubiese utilizado el léxico actual de los jóvenes diría que fue una carrera x, porque para mí, daba igual estudiar esa u otra. Creo mucho en el destino y en la posibilidad de decisión que las personas tenemos para alterarlo o modificarlo, ahora, mucho tiempo después, puedo decir que, así como la neurolingüística indica, convertirme en química bióloga bromatóloga, fue la mejor decisión dada las condiciones que tenía. Mientras cursaba el quinto semestre de la carrera, ingresé a una preparatoria nocturna de trabajadores a enseñar química. Al egresar de la carrera entré al ámbito laboral, propio de la carrera estudiada, experiencia que sirvió para confirmarme que la vía para mi realización profesional no era esa, tenía ya la certeza que me dedicaría a la docencia, independientemente de las condiciones laborales que se me presentaran y lo difícil que pudiera ser, con esta convicción se presentó la oportunidad de concursar por oposición para obtener una plaza en la Universidad Pedagógica de Mérida, en un concurso abierto, con ilusión viajé a la ciudad de Villahermosa Tabasco, para participar en esta convocatoria, en la que tenía únicamente, mi vocación y la corta experiencia de tres años de docencia para participar. Grande fue mi sorpresa, al conocer los resultados y saber que había sido seleccionada. A los dos años de esta oportunidad, se me presentó otra. la de contraer nupcias y cambiar de residencia a la ciudad de Cancún, evidentemente, la edad que tenía para cumplir otra de mis aspiraciones, no me dejaba gran posibilidad para tomar otra decisión, así llegué a Cancún en 1990, año en el que para los profesionistas aún era tierra de las oportunidades, trabajé en varios colegios particulares, para después buscar una situación laboral más estable, por lo que solicité ingresar al CBTis 111, dos años después de cubrir múltiples licencias, me dieron un contrato definitivo. El mismo año concursé en la Universidad Pedagógica Módulo Cancún, por una plaza de diez horas, veredicto que fue favorable. Desde que ingresé al CBTis 111 formalmente, he ocupado cargos, de diversos niveles de responsabilidad, que van desde jefaturas de oficina, departamento, subdirección y actualmente la dirección, la que obtuve por concurso en 2007. Un gran compromiso con el que considero enmarco esa trayectoria, que desde niña soñé.
Desde mi perspectiva, alguien que ha sido maestro no deja de serlo nunca, y sé, que gustosamente regresaré a dar clases, el día que esta encomienda termine.

Describir un día en mi práctica docente, es poder salir del contexto para visualizar lo que acontece en mi práctica en forma intencionada. La relación que tengo con mis alumnos procuro que sea armónica, que exista confianza y que la clase se desarrolle en un ambiente relajado, esto no quiere decir que los alumnos hagan lo que quieran, sino que se sientan respetados y con la seguridad de poderse expresar, me gusta que entre ellos interactúen, a pesar que a veces es difícil, porque se relacionan de una manera que consideraría fuerte, casi siempre intervengo para moderar la relación y comunicación entre ellos ya que considero, que como docente mi objetivo es formar a los alumnos y no sólo enseñarles contenidos académicos. En el salón hago todo lo posible por estar siempre de buen humor, sonreír a los estudiantes y ser firme cuando hay necesidad de corregir. Esta estrategia me ha resultado, a pesar de tener muchos alumnos en un grupo, provenientes de diversos contextos socioeconómicos, son contadas las ocasiones en que me he sentido ofendida, por un comentario o alguna de sus acciones .
En cuanto al desarrollo de los contenidos, soy lógica, voy de lo simple a lo complejo independientemente de las asignaturas que tenga dentro de mi carga horaria, porque imparto tanto asignaturas del área de humanidades como las asignaturas del área químico-biológicas, participo y elaboro planes de clase y secuencias con mis compañeros docentes en academias, aunque no sigo estos guiones en forma estricta, porque también improviso, intento cubrir todos los contenidos acordados, lo que a veces es difícil porque el tiempo no siempre alcanza, cuando tengo que decidir que temas son prioritarios me inclino por los que serán antecedentes de contenidos posteriores o que se requerirán para favorecer alguna habilidad o actitud. En el desarrollo de las actividades los alumnos deben tener participación y a pesar que se me dificulta aprender sus nombres, procuro que sientan un trato personalizado de mi parte y visualizarlos e interactuar con el mayor número de alumnos en una clase. Cuando el contenido así lo exige, explico tanto frente al pizarrón como en diversos ángulos del salón, me gusta poner en práctica actividades innovadoras, como jugar serpientes y escaleras, loterías, trivias, ruleta, etc. Estos materiales los elaboro y a veces se los pido a los alumnos indicándoles cómo hacerlos.
No tengo un libro de texto, consultamos varios y aunque no dicto sí resalto los puntos más importantes en el pizarrón o en carteles, de modo que los alumnos tengan la oportunidad de hacer sus apuntes.
La evaluación no la realizo todos los días, pero en la actividad de cierre, siempre tomo en cuenta los puntos o acciones que considero importantes repasar y que los alumnos tienen que practicar, independientemente de la asignatura, los alumnos hacen una carpeta de evidencias, en la que nunca faltan reportes individuales de lectura crítica, éstas tienen que entregarlas por parcial y aunque las reviso únicamente en forma somera, me doy cuenta, quienes ponen interés y dan su mejor esfuerzo en la realización de sus actividades, Aplico exámenes con reactivos abiertos, como manera de cerciorarme quien aprendió y en qué grado y de la reforma a la fecha, les incluyo tablas, formularios o cualquier anotación que se requiera. Para aportar la calificación de parcial se considera su examen y sus trabajos que dependiendo de las condiciones tienen diferentes porcentajes. No tomo asistencia todos los días y me complace saber que los alumnos asisten en forma regular a las clases, siempre he pensado que los alumnos van de lo heterónomo a lo autónomo,. Es decir primero les tienes que exigir, poner límites, indicar lo que deben hacer, para luego poderlos soltar y que la relación con los jóvenes debe ser horizontal y homogénea y también que los adultos educamos con dos manos una de ellas es la de exigencia, de jalar los lazos o cuerdas y otra es la de la caricia y el afecto.
Sandra Lizama Quijano

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